[Review] Orphan Black, 3×06 ‘Certain Agony of the Battlefield’
Feelings, feelings everywhere.
Demasiados feels podría haber sido perfectamente el título de este episodio de Orphan Black en lugar de Certain Agony of the Battlefield. Sin duda, nos encontramos ante el mejor episodio de la temporada, al menos de lo que ya hemos visto. Pero este Certain Agony of the Battlefield ha servido para algo más que para generar todo tipo de sentimientos en el fandom. Sobra decir, como siempre, que esta entrada está llena de spoilers. ¿Repasamos todo lo acontecido en el episodio de esta semana?
Certain Agony of the Battlefield es capaz de generar tal torrente de sentimientos que resulta difícil decidir por dónde empezar. Un episodio lleno de momentos emotivos, desde el sacrificio de Paul hasta Helena volviendo a por Sarah. Desde Delphine stalkeando a Cosima hasta Rachel llorando. Pero sobre todo, esa conversación entre Sarah y Beth la cual se resume en una simple palabra: S-U-B-L-I-M-E. Si a Tatiana Maslany no la premian por semejante escena, yo ya no sé qué pensar.
Tras la huida de Helena del cautiverio del Project Castor, Sarah ha sido abandonada a su suerte. Por si eso fuera poco, nuestra punk tiene un extraño sueño y en él, Kira la guía hasta una habitación en la que presenciamos una escena de lo más perturbadora: Rudy se encuentra realizando una transfusión de su sangre directamente al cuerpo de Sarah, tras lo cual, besa y lame la mano de ella. Poco después se nos revela que efectivamente se trataba de un sueño. ¿O puede que no? Sarah descubre que tiene una tirita en el lado derecho de su cuello, justo en el mismo lugar por donde le estaba inyectando su sangre Rudy. Mientras, Paul intenta ayudarla -a su manera-: el Major se reúne con su contacto de Arlington, la organización responsable del Project Castor; el homónimo al Topside del Project Leda. A pesar de entregarle el log de los encuentros sexuales del difunto teniente Parsons, el contacto de Paul no cree que la libreta sea prueba suficiente para desenmascarar a la Dra. Coady, por lo que le insta a que recopile más pruebas que la incriminen. O eso entendí, porque ya se sabe que en Orphan Black no todo es lo que parece, puede que Paul no sea el único que esté jugando a ser agente doble.
Por su parte, Cosima despierta en el apartamento de Shay, podemos decir que su primera cita no fue nada mal. Shay le lleva zumo a la cama a nuestra geek monkey, todo parece perfecto hasta que Shay pregunta por Sarah. ¿Recordáis cómo en Scarred by Many Past Frustrations ambas fueron fotografiadas durante su encuentro en Bobby’s Bar? Pues no tiene relación con esta pregunta. Sin embargo, en este Certain Agony of the Battlefield descubriremos quién realizó esas fotografías. La pregunta de Shay tiene un contexto mucho más lógico: Cosima nombró a Sarah mientras dormía. Ante esta aclaración, Shay da por hecho que se trata de alguna antigua novia de Cosima, quien rauda y veloz, no tarda en decir que Sarah no es más que una amiga, casi como su hermana. Quizás descontextualizado, ese momento en el que Shay pregunta por Sarah podría dar a entender algo que no es; podría conducir a error. Afortunadamente, hemos comprobado que la explicación ha resultado ser mucho más razonable y menos oscura de lo que en un principio pudiera parecer. ¿O puede que no? ¿Cuáles son las verdaderas intenciones de Shay? Sería una pena -y una decepción-, que el único propósito del personaje de Ksnia Solo en la serie sea crear tensión entre Cosima y Delphine, más cuando la propia Cosima le dijo a Rachel aquello de my sexuality is not the most interesting thing about me.
Tras el romántico desayuno, Cosima acude a DYAD donde se encuentra con Scott, quien le recrimina no haber contestado al teléfono después de haber estado toda la mañana llamándola: Delphine ha vuelto, y no será la única novedad. Además de poner al tanto a Cosima y Scott de que en Topside saben que Sarah ha desaparecido, la visita de la ex de Cosima sirve para descubrir la existencia de una proteína en el cerebro del clon Castor muerto -Seth, asesinado por el propio Rudy en Transitory Sacrifices of Crisis– que también está presente en la sangre de Gracie Johanssen. ¿Cómo es posible? Porque Mark, el marido de la joven y también un clon Castor, se lo debió de transmitir por vía sexual. Para asegurarse, Felix acompaña a la joven Gracie a DYAD, donde la esperan Scott, Cosima y Delphine para hacerle unas pruebas. Las pruebas los llevarán a descubrir que la proteína presente tanto en el cerebro de Seth como en la sangre de Gracie vuelve estériles a las mujeres. Por otra parte, a la pregunta que Delphine le hace a Cosima sobre si hay algo que debería saber, nuestra geek monkey responde que no hay nada en absoluto que deba saber. Me imagino que en la cabeza de Delphine debe de estar sonando algo como esto mientras practica su pose de novia celosa.
Siguiendo en DYAD, mientras Cosima y Delphine se ocupan de hacerle las pruebas a Gracie, Felix tiene una misión para Scott: llevarlo ante Rachel. Aunque en un principio se supone que Scott no debería poseer la información sobre el paradero de la proclone, esto es Orphan Black, donde todo el mundo sabe más de lo que debería -o de lo que muestra-, así que Scott lleva a Felix hasta la habitación de Rachel. Si hay alguien que puede saber cuál es la ubicación donde el Project Castor mantiene retenida a Sarah, esa es sin duda Rachel. Sin embargo, hacerle hablar no va a ser tarea fácil, y no sólo por las secuelas que le ha causado el lápiz que la propia Sarah Manning le clavó en su ojo izquierdo. Con Topside creyendo que Rachel ha muerto en un accidente de avión, a la hija de los Duncan no le queda más remedio que pasar los días encerrada en una habitación, donde su único pasatiempo parece ser la pintura. Para intentar sonsacarle la información, Felix pone en práctica una forma de tortura que consiste en humillar a Rachel, hasta que finalmente no lo soporta más y entre lágrimas insta a Rachel a que le diga dónde está Sarah. No es de extrañar que Rachel no quiera colaborar, teniendo en cuenta que se podría considerar a Sarah como responsable directa de su situación actual. Lo único que pide Rachel es que la saquen de ese lugar, aunque con el alboroto su petición se queda en agua de borrajas. Con Felix fuera de escena y después de que Scott recogiera los dibujos que Felix había tirado al suelo, Rachel rompe a llorar. Más tarde, descubriremos dos cosas: una, que tras esa apariencia de frígida parece que se esconde alguien con cierto corazón, aunque sólo sea por el recuerdo de Ethan Duncan; y dos, que la clave para descifrar el código del libro de Duncan está en los dibujos de Rachel, quien parece conocer el código.
Al mismo tiempo, Paul busca aliados en la base, entre ellos, Mark. En una conversación en la que el Mayor le da permiso a Rollins para hablar libremente, el soldado confiesa que lo de Gracie no era por exigencias del guion; verdaderamente la ama. Esto es relevante para entender por qué Paul toma la decisión que toma al final del episodio. Paul también le pregunta sobre el porqué de haber traído a Sarah a la base, a lo que Mark contesta que sólo tenía dos opciones: o la traía a la base o la mataba. Aunque hubiera querido salvarla, tampoco habría podido al encontrarse malherido y no podía enfrentarse a Rudy por lo que tomó una decisión. Siempre he pensado que Mark en el fondo está intentando hacer lo correcto, pero se encuentra en una posición poco privilegiada para hacerlo. De esta conversación destacar también un detalle: la mención al encuentro que ambos tuvieron en la segunda temporada, cuando Mark rastreaba a Helena y Paul hacía lo propio con Sarah; Paul le quita importancia diciendo que ambos se encontraban realizando operaciones encubiertas. Es de agradecer que se haga mención a este hecho ya que de esta forma, se limpian las manos ante un posible agujero en el guion dado que, en un principio se suponía que el personaje de Mark iba a matarlo Paul; los guionistas no decidieron hasta casi el último momento quién iba a ser la cara del Project Castor [cita requerida].
Pero no sólo con Mark hablará Paul. Preguntando al Dr. Silva, Paul descubre que muchas cosas en la base cambiaron desde que la abandonara para infiltrarse en el Project Leda, como monitor de Beth. Una de las cosas que cambiaron fue la ciencia en sí: todo comenzó cuando Rudy volvió de un permiso y la chica con la que se había acostado presentaba los mismos síntomas que Gracie en el capítulo anterior: mareos y ojos inyectados en sangre. Coady, tras tratar a la joven, descubrió que sus síntomas se debían a una proteína presente en los clones Castor que esterilizaba a las mujeres. A partir de aquel instante, Coady les ordenó a todos los clones Castor que llevaran un log de todas aquellas mujeres con las que mantuvieran relaciones sexuales. La cruda realidad es que la Dra. Coady está utilizando a los clones Castor como arma, con el fin de esterilizar a las mujeres. ¿Será la Dra. Coady tan retorcida o se trata de otro peón más a las órdenes de una entidad superior? Tras descubrir esta verdad, gracias en parte a la ayuda de Mark -con quien Paul investiga el despacho de Coady-, Paul pone bajo arresto a la Dra. Coady y toma el control de la base.
Mientras todo esto sucede, Sarah está sufriendo alucinaciones debido a la segunda transfusión de la sangre de Rudy a la que la somete Coady. Alucinaciones o recuerdos, lo que no se puede negar es que este viaje por la memoria de Sarah nos lleva a presenciar una de las mejores escenas del episodio: la conversación entre Sarah y Beth. Destacar, además de la excelente interpretación de Tatiana Maslany, la forma en que está montada la secuencia, intercalando imágenes del episodio piloto -presumiblemente recuerdos de Sarah-, con imágenes de Beth y Paul de los vídeos caseros que suponemos Sarah estudió con el fin de asumir la identidad de Beth. De todo aquello que hablan las dos hermanas, destacar dos cosas: una, que Beth le recuerda a Sarah que podemos llegar a hacer cosas terribles por aquellos a quienes amamos; y dos, que la pregunta que ahora debería plantearse no es por qué sino quién. ¿A qué se refiere Beth? Quizás a descubrir quién se encuentra detrás del plan para esterilizar al mayor número de mujeres posible.
Tal vez sea porque mis lecciones sobre biología queden un poco atrás en el tiempo, pero hasta donde yo sé -y dejando al margen la misteriosa proteína en cuestión-, a menos que el grupo sanguíneo de Sarah sea AB+, una transfusión de sangre de un grupo sanguíneo incompatible con el suyo podría traer consecuencias desagradables. Tal vez hayan explicado cuál es y no lo recuerde, pero de no ser así, lo de la transfusión de sangre hace aguas por todas partes. A no ser que ahora resulte que Coady tuviera la decencia de separar los componentes de la sangre de Rudy que pudieran ser incompatibles para Sarah. Sea como fuere, tras su viaje alucinante entre recuerdos y revelaciones varias, Sarah vuelve a la realidad, donde se dirige a ver a la Dra. Coady, quien explica a Sarah que efectivamente, le inyectó sangre de Rudy porque tenía fe en que no le afectaría dada su condición de ser la única clon Leda capaz de tener descendencia -con permiso de Helena-.
Con la base clausurada y bajo el control de Paul y sus hombres de confianza, sólo hace falta esperar a que su contacto de Arlington envíe a un equipo para recoger las pruebas que incriminan a Coady del plan de esterilización. Sin embargo, Paul comienza a impacientarse cuando ese equipo parece no llegar nunca. La sospecha de que algo no va bien aumenta cuando Mark le comunica a Paul que ha interceptado una llamada recibida de Arlington. Como la cosa no pinta bien, Paul realiza una llamada a su contacto que le dice que todo va bien pero Paul no se fía, así que tendrá que tomar una decisión. Pero hay un problema: todavía hay una patrulla fuera de la base, la de Rudy con la misión de encontrar a Helena.
Tras descubrir que no es el único que juega a ser agente doble, Paul hará todo lo posible para sacar a Sarah de la base. De esta forma, Paul se convierte en la última oportunidad de Sarah de escapar, más cuando la patrulla de Rudy regresa a la base, supuestamente sin Rudy. Decimos que supuestamente porque se había ocultado en el jeep, y elude a los hombres de Paul que detienen de inmediato a su compañero. Mientras, Paul ayuda a Sarah a escapar aunque la cosa se tuerce cuando se topan con Miller, otro de los clones Castor que logra apuñalar varias veces a Paul en el estómago, aunque el Mayor finalmente consigue matarlo. Sin embargo, el daño hecho por las puñaladas es irreversible, aunque Paul utiliza sus últimos momentos con vida para llevar a Sarah hasta el túnel que la llevará a la libertad. Con Sarah a un paso de la libertad, Paul confiesa a Sarah que no era a Beth a quien él amaba, recordándonos lo de que podemos llegar a hacer cosas terribles por aquellos quienes amamos. Un apunte sobre este momento: me parece un gesto muy noble por parte de Paul, después de haber estado siempre entre dos bandos demostrar que en el fondo Sarah le importaba, pero me sienta mal por Beth. Aclarado esto, Paul se dirige al almacén donde estaban las pruebas que incriminaban a la Dra. Coady, quien justo en ese instante, aparece junto a Rudy. Tras una conversación, Coady dispara a Paul en el pecho varias veces, aunque Paul ya estaba muerto antes de esto debido a las puñaladas de Miller. Pero Paul no va a permitir que Coady se salga de rositas y desvela su última sorpresa: una granada a punto de explotar. Destacar lo simbólico del montaje, alternando de nuevo imágenes de Beth y Paul mientras este último muere e imágenes de Sarah huyendo a través del túnel, cuando la onda expansiva la alcanza. Este momento, cuando explota la granada y parece que alcanza a Sarah, me dio un jamacuco; en caso de que Sarah hubiese muerto, la muerte de Paul habría sido en vano.
Pero la cosa tampoco parece ir del todo bien para Helena. Vagando por el desierto, Helena cae a la arena, no se sabe si por agotamiento o por haberse rendido. Sin embargo, este momento nos brinda la oportunidad de presenciar la última interacción de Helena con Pupok, ya que la ucraniana se deshace de su amigo imaginario devorándolo. La escena en sí fue bastante perturbadora aunque simbólica de alguna forma ya que Helena renuncia a seguir haciendo caso al escorpión, culpable de la decisión de abandonar a su sestra. Sin embargo, Helena se redime de este hecho cuando vuelve para salvar a Sarah, quien se encuentra algo desorientada después de que la onda expansiva de la granada de Paul alcanzara el túnel en el que se encontraba. Así, somos testigos del feliz reencuentro, ahora sí, de las dos hermanas.
Al principio de la entrada comentábamos que en este episodio descubriríamos quién estaba tras las misteriosas fotos tomadas a Cosima y Shay en su primera cita, y así ha sido: resulta que es Delphine quien tomó esas fotografías, o al menos se pone mala viéndolas, a juzgar por el copazo de whisky –Bourbon rocks! que diría Sarah- que se está metiendo entre pecho y espalda. ¿Será por celos? ¿Será que Delphine sabe más cosas sobre Shay que la convierten en un peligro?
Aunque parece que el matrimonio Hendrix está siendo utilizado para hacer una especie de línea argumental paralela esta temporada, no podría terminar de hablar de este Certain Agony of the Battlefield sin hablar de LA ESCENA: Donnie y Alison en paños menores bailando sobre la cama con brillantina en sus cuerpos y envueltos en una lluvia de billetes. Resulta imposible ver esa escena y no terminar a carcajada limpia; tal vez estén siendo el comodín de esta temporada, pero lo que no se puede negar es que los Hendrix son quienes dan el toque de humor a la serie. Siguiendo con su coqueteo con el tráfico de drogas -que se uniría a su historial tras el asesinato-, Alison tiene un plan: comprar y utilizar la tienda de su madre para blanquear el capital procedente del tráfico de drogas. Plan que aún está por ver si resultará ser una buena idea…
Hasta aquí en lo que respecta al capítulo de esta semana. Si habéis llegado hasta aquí, os felicito, dado que este episodio ha tenido muchas cosas que comentar y ha quedado un texto de lo más extenso. Poco más que decir a lo ya dicho: el mejor episodio de la temporada, sin duda. Mencionar por último que espero que las líneas argumentales converjan en algún momento antes del final de temporada, más que nada para que no parezca que lo de Alison es un mundo paralelo dentro del universo de Orphan Black. A su vez, sería una pena que el personaje de Shay no sea más que para poner celosa a Delphine, pero esto ya lo hemos comentado antes. La muerte de Paul ha sido algo traumático, pero al menos nos ha servido para hacer las paces con el personaje y, a pesar de sus métodos, demostrar que Paul ha sido alguien que buscaba hacer lo correcto. Hasta aquí en lo que a mí respecta de este episodio. ¿A vosotros qué os ha parecido Certain Agony of the Battlefield?
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