Cuando en septiembre de 2008 comenzó Fringe, en ningún momento llegué a imaginar que en un futuro no demasiado lejano me convertiría en una auténtica fangirl de la serie, y mucho menos que terminaría escribiendo maravillas sobre ella. Más cuando, como ya expliqué por aquí, comencé siendo una auténtica detractora por el hecho de que había quien la llamaba la nueva Expediente X, y eso eran palabras mayores. Desgraciadamente, Fringe finalizó definitivamente el 18 de enero del 2013, dejando tras de sí 5 temporadas y exactamente 100 capítulos. Dejando a un lado mi etapa hater, como se puede deducir por el título del post, no sólo llegué a darle una oportunidad, sino que ahora me dedico a dar 5 razones para amar Fringe:

5.- Música. Puede que en un principio no se trate de un aspecto fundamental para que la serie te guste o no, pero lo cierto es que en Fringe la música juega un papel esencial. Compuesta por Michael Giacchino -habitual de J.J. Abrams-, Chad Seiter y Chris Tilton en la primera temporada y a partir de la segunda temporada únicamente por Chris Tilton, la música de Fringe ha servido para dar mayor emotividad a algunos de los momentos clave de la serie. Composiciones como A New Day in the Old Town, Breach to the Choir, Newton’s Last Mission o Funeral Pyre Straits seguro que resuenan en la cabeza de muchos fans.

4.- Fandom. Sin temor a equivocarme, me atrevo a decir que el fandom de Fringe es uno de los más entregados con su serie. Tanto, que durante la emisión de la cuarta temporada, fans de todo el mundo se organizaban vía Twitter para conseguir que un hashtag relacionado con la serie y que había sido elegido previamente, se convirtiera semana tras semana en trending topic durante el tiempo que duraba el episodio, en su emisión norteamericana. Esta iniciativa, venía dada debido a los constantes rumores de cancelación de la serie, y suponían una muestra de apoyo a la serie desde todas partes del planeta. Finalmente, estas campañas tuvieron tanto éxito que Fox decidió darle una última vida extra, concediendo a la serie una quinta y última temporada de 13 episodios. Pero no sólo eso, además, gracias a las maravillas del streaming, era posible disfrutar del capítulo de la semana de forma simultánea a la emisión en Estados Unidos, independientemente del lugar en el que te encontraras en realidad.

3.- Observadores. Unos extraños señores alopécicos, con sombrero y un misterioso maletín en el que vaya usted a saber qué esconden. Estos seres parecen estar en los acontecimientos más importantes de la historia. Hay quien los ha llegado a comparar con los observadores de El Fin de la Eternidad, el clásico de la literatura fantástica de Asimov, aunque puede que la observación de unos y la de otros nada tenga que ver.

Hala, Shakira en topless. A ver, a ver…

2.- Olivia Dunham. De rubia, de pelirroja, poseída por un viejo verde, en el tanque, como agente doble, con crisis de identidad… da igual. Olivia Dunham nos gusta en cualquiera de sus versiones. Aunque al principio pueda parecer muy fría y carecer de sentimientos, lo cierto es que a medida que avanza la serie y la vamos conociendo mejor, Olivia termina conquistando. Por ser un témpano de hielo en el trabajo pero capaz de demostrar su lado más tierno junto a su sobrina Ella. Porque su versión alternativa, además de ser pelirroja, es campeona de tiro olímpico. Porque es la heroína de la serie, Olivia Dunham es el alma de Fringe, le pese a quien le pese. Pero, sobre todo, Olivia Dunham, sea en la versión que sea, es una auténtica pateadora de culos. Por algo es conocida como DUNHAMATOR!

A Olivia le parece fair enough

1.- Universo alternativo. También llamado over there o universo rojo, es el motivo principal por el que amo esta serie. Sus pequeñas diferencias, llevan a mostrar un mundo completamente nuevo. ¿Quién iba a pensar que esos pendientes que todos llevan son en realidad teléfonos? ¿O que en el universo alternativo viajan en zepelines en lugar de aviones? ¿O que para algo tan cotidiano como viajar en autobús se necesita un show me? El universo alternativo de Fringe es uno de los platos fuertes de la serie, aunque no es hasta la season finale de la segunda temporada cuando lo vemos por primera vez, y hasta aquí puedo decir.

Un universo alternativo sin zepelines ni es alternativo ni es nada

Se quedan en el tintero otras muchas razones, como Walter Bishop y sus excentricidades, que la serie fuera creada por J.J. Abrams -quien fuera también el creador del fenómeno Lost-, David Robert Jones -que además es el nombre real de David Bowie-, la tercera temporada -con capítulos como Olivia, The Plateau, o Marionette, como para no amar la serie-, Charlie Francis, el cortexiphan, los capítulos retro, los capítulos x19, los glifos, y muchas, muchas otras que podría empezar a mencionar hasta el infinito… y más allá. Por eso, prefiero que vosotros respondáis: ¿Por qué os gusta Fringe?