Cuando en 1993 vio la luz Jurassic Park, comezó mi fiebre por los dinosaurios. Aunque bien pensado, tal vez aquello no fuera hasta unos cuantos años después, si tenemos en cuenta que cuando se estrenó el filme dirigido por Steven Spielberg yo tan sólo tenía 5 años.

Años después, llegó a mis oídos la existencia de una serie. Una serie sobre dinosaurios. Una serie estrenada en 2007 pero que no sería hasta el 2013 cuando decidiera ponerme a verla. La serie en cuestión, se llamaba Primeval. 

Primeval es una serie británica de aventuras y ciencia ficción, emitida entre el 2007-2011 por la cadena ITV. La serie fue creada por Adrian Hodges, que además escribió la mayoría de los guiones, y Tim Haines, el mismo que estaba detrás de la serie documental Caminando entre Dinosaurios. La mayor parte de los sucesos de la serie ocurren en Londres y distintas partes de Reino Unido, mientras que otras escenas fueron rodadas en lugares como las Islas Canarias o República Dominicana, para representar las distintas épocas a las que viajan los personajes.

Los capítulos siguen una estructura procedimental en la mayoría de los casos, siendo resueltos al final de los mismos: una grieta temporal -llamada anomalía en la serie- aparece en algún punto del Reino Unido -generalmente Londres-, una criatura -ya sea prehistórica o futura- llega al presente a través de ella y el profesor Nick Cutter (Douglas Henshall) y su equipo, completado por Stephen Hart (James Murray), quien es el ayudante de laboratorio de Cutter; Connor Temple, estudiante de la clase de Cutter y un gran entusiasta de las teorías conspiranoicas; y Abby Maitland (Hannah Spearritt), zoóloga y especialista en reptiles, deben estudiar la forma de devolver la criatura a su tiempo, además de investigar qué es lo que causa estas anomalías y por qué suceden. Cutter y los suyos son los que hacen el «trabajo sucio», el trabajo de campo, porque por otra parte tenemos a los burócratas James Lester (Ben Miller) y Claudia Brown (Lucy Brown), que aunque puedan parecer al principio demasiado estirados, resultan ser unos excelentes aliados.

Cast de la primera temporada

Debo reconocer que a pesar de que la temática jurásica me atrajera mucho, comencé a ver la serie con cierta cautela, incluso con algo de escepticismo. Sin embargo, sorprendentemente -o no-, las dos primeras temporadas me gustaron mucho más de lo que podría haberme imaginado, tanto, que los 45 minutos que dura cada episodio se me pasaban en un abrir y cerrar de ojos. Me gustaron sobre todo por cosas como ese final de la primera temporada, muy al estilo Fringe -y quienes me conocen ya saben lo mucho que me gusta a mí Fringe–, con cliffhanger incluido, que te impulsa a querer saber qué va a ocurrir y cómo piensan seguir la historia. Desgraciadamente, todo cambia a partir de la tercera temporada. Puede que tenga algo que ver que después de la tercera temporada ITV, la cadena responsable de la emisión de Primeval, dijera que no tenía planes de renovarla «al menos en este momento». Aquello fue en 2009. Tuvieron que pasar 2 años y muchas peticiones de los fans para ver las 2 restantes temporadas, que se emitieron en 2011, sin parones. Y ya nunca nada volvió a ser lo mismo. 5 temporadas con una temática de este tipo es querer rizar el rizo, querer estirar el chicle hasta límites insospechados. Más cuando, en mi humilde opinión, hay algunas líneas argumentales desaprovechadas, como la que se podría haber iniciado con ese final de la primera temporada. Pero no lo hacen. Es una pena, porque las temporadas 4 y 5 podrían haberse quedado en el limbo perfectamente. Yo no las echaré de menos. De ahí que diga que tras la tercera temporada… MEH. Y es todo lo que puedo decir sin empezar a soltar spoilers a diestro y siniestro.  De todas formas, son temporadas cortas. O algo.

Además de las 5 temporadas, Primeval cuenta también con un spin-off norteamericano llamado Primeval: New World, que para bien o para mal, fue cancelada tras una única temporada en antena.

Sid and Nancy. OH WAIT!

Aunque es cierto que la serie tiene cosas que me gustan, también hay algunas cosas que me escaman. Es el ejemplo de una escena que me indigna, me indigna mucho: en un momento de la serie, Abby sale en paños menores. ¿La excusa? La alta temperatura en el apartamento de la zoóloga amén de mantener cómodos a sus reptiles. ¿Por qué me ofende la escena? Porque veo innecesario que la muchacha salga de esa guisa, puede que esté justificado por el guion, pero no creo que costara tanto ponerle a la chica unos shorts, así seguiría luciendo palmito -si eso era lo que pretendían- pero no sería tan vulgar como que aparezca en bragas. Literalmente.

Y ya que estamos hablando de Abby, hablemos de aquella que le da vida: Hannah Spearritt. Como a estas alturas ya sabrás -o no-, Hannah Spearritt fue miembro de S Club 7, un grupo de pop británico de finales de los noventa. ¿Qué relación tiene esto con Primeval? Pues tiene que ver más con la serie de lo que en un principio pudiera parecer, ya que en un capítulo suena una canción del citado grupo que sirve para distraer a un dinosaurio:

Se trata de la canción Don’t Stop Movin’, perteneciente al disco Sunshine del mencionado grupo y que sonaba tal que así:

Quizás este pequeño homenaje al pasado de la actriz habría sido más llamativo si en lugar de Don’t Stop Movin’ la canción elegida hubiese sido Dance Dance Dance, en la que la propia Hannah era la voz principal. Queda la duda de saber de quién fue semejante idea, si de la propia Hannah, de algún guionista o fue una sugerencia externa.

Primeval no es Doctor Who. Ni pretende serlo. Tampoco se trata de ningún Black Mirror. Ni falta que hace. Primeval es una serie de aventuras, pensada para el entretenimiento, objetivo que cumple a la perfección capítulo tras capítulo, ofreciendo 45 intensos minutos llenos de adrenalina y emoción.

Pero no todo van a ser dinosaurios, persecuciones y viajes en el tiempo en la serie. También hay tiempo para las risas, por eso, termino este post con un video de una recopilación de algunos de los momentos más divertidos que podemos ver en la serie. Los clips están en inglés, but that ain’t gonna be a problem, right?