Una de las cosas buenas que podemos sacar del incidente de la PlayStation Network (eso suponiendo que le veamos algo de bueno), es la rebienvenida que más tarde nos brindó Sony, obsequiando nuestra paciencia con la posibilidad de adquirir dos títulos a elegir de una lista de cinco -inserte su rima aquí- para nuestras pesetrés. Entre esas opciones, nos encontramos con el juego que ocupa esta entrada, inFamous.

Existe el eterno dilema entre el bien y el mal. inFamous recoge esa idea, haciendo que cada decisión que tomemos nos lleve por el camino del bien… o del mal. Para ello, se basa en un sistema de karma: nuestras acciones positivas reforzarán el karma positivo, así como las acciones negativas, como es lógico, beneficiarán al karma negativo, pero, ¿Por qué adoptar el papel de héroe? ¿Por qué vamos a preocuparnos por el bien común cuando podemos preocuparnos única y exclusivamente de nuestro bienestar?

La historia de inFamous se sitúa en Empire City, donde tras una gran explosión, toda la ciudad queda puesta en cuarentena. Nosotros adoptamos el rol de Cole McGrath, un mensajero que tuvo la mala suerte (o la buena, según se mire) de estar en el sitio equivocado en el momento adecuado, ya que tras la explosión adquiere la habilidad de absorber y controlar la electricidad, convirtiéndose así, en el superhéroe de la historia. Ahora está en su mano, ¿Salvar al mundo o preocuparse únicamente de sí mismo?

Si bien es cierto que la historia avanza de forma lenta e incluso monótona durante las primeras horas de juego, mejora a medida que nuestro personaje va adquiriendo nuevas habilidades, y así, al contrario de lo que ocurre en otros títulos, consigue convertirse en una apuesta llena de acción que nos mantendrá con el culo pegado a nuestro asiento sin que podamos dejar de jugar. Además, esa estética comic a la hora de contar la historia con la voz en off de Cole, le da un plus de atractivo.

«Como me jodas, te dejo frito»

Destaca la variedad de poderes y la forma de utilizarlos, ya que según qué karma estemos empleando, podremos manejar unos u otros.

Por poner algunos ejemplos: la caída trueno resulta realmente interesante en karma negativo, ya que a pesar de tratarse de un poder que podemos utilizar en cualquiera de las dos opciones, queramos o no, al utilizar esta habilidad siempre hay daños colaterales que si jugamos en karma positivo no nos interesa porque añadiría puntos negativos a nuestro contador de karma, haciendo que estemos un poco más cerca del karma negativo, cosa que también ocurre con el poder de electrosucción, más propio del ser infame que absorbe la energía electroneuronal de sus víctimas, lo que nos convertiría en un vampiro eléctrico, por llamarlo de alguna manera…

Por otra parte, uno de los poderes más interesantes es la capacidad de Cole de convocar una tormenta eléctrica, facilitándonos así la eliminación de un gran número de enemigos de una tirada, así como los propulsores de estática y el desplazamiento por inducción, que hacen nuestra travesía por las calles de Empire City mucho más llevadera, ya que podremos planear e incluso desplazarnos tanto por el tendido eléctrico como por las vías del tren, respectivamente.

La sobrecarga kármica no la llegué a entender del todo, ya que tampoco tuve muchas ocasiones de utilizarla, el martillo de megavatios resulta muy útil al enfrentarnos a los camiones con torretas, por el contrario, las hojas de gigavatios ni las toqué…

«A ver quién es el guapo que se atreve a decirle algo…»

Si bien la cantidad de poderes es variada, no podemos decir lo mismo de los enemigos, los cuales se dividen en tres grandes grupos: segadores, hombres de polvo y los primeros hijos, cada uno de los grupos con su jefe final correspondiente: Sasha, Alden y Kessler. Algunas de las misiones secundarias tampoco son como para echar cohetes, ya que consisten en hacer exactamente lo mismo, lo cual hace que resulte repetitivo, aunque su finalidad sea la de ir liberando de enemigos los distintos distritos que forman cada una de las partes de la ciudad.

Cabe destacar la banda sonora, compuesta por Amon Tobin y James Dooley, que consigue una ambientación perfecta en concordancia con la historia que se nos cuenta. A pesar de ello, hubiese estado bien utilizar un tipo de pieza distinto según el karma, sonando una u otra canción en función de si nuestras opciones son de karma positivo o negativo.

«Siempre me toca limpiar a mí…»

Lo siguiente ya es una opinión completamente subjetiva con la que podréis estar de acuerdo o no: personalmente, prefiero elegir las opciones de karma negativo, ser infame, preocuparte únicamente de ti mismo; por esta vez, y sin que sirva de precedente, ya que tenemos esa opción, deberíamos aprovecharla. Se acabó el ser el héroe que rescata a la chica. Se acabó ser el salvador del mundo. Esta vez, quien realmente importa eres tú y sólo tú. Por esta vez, es interesante elegir la opción egoísta; porque seamos sinceros: sólo con el karma negativo podemos realmente disfrutar haciendo el cafre por la ciudad sin que la conciencia nos remuerda por cargarnos a inocentes…

Al haberlo jugado por partida doble, tanto en karma positivo como en negativo, puedo decir que resultó más sencillo vencer a Kessler siendo héroe que infame, aunque no sé si tendría algo que ver que la primera vez que lo jugué fuera eligiendo las opciones de karma negativo y que al ser la primera vez que lo jugaba, me pareciera difícil de todas formas.

inFamous, un juego que lejos de ser brillante, ofrece mucho más de lo que en un principio se espera de él, con una historia sorprendente y un final abierto que da pie a su segunda parte…

Pero ahora, la decisión es tuya: ¿héroe o infame?