«Insípida» y «predecible» son sólo algunos de los adjetivos con los que podríamos calificar Insurgente, secuela de Divergente, basada en el libro de título homónimo de la misma saga.

Insurgente se sitúa poco después de lo acontecido al final de Divergente: con Tris, Cuatro, Caleb y Peter huyendo del ataque a Abnegación. Calificados oficialmente como fugitivos, se encuentran refugiados en Cordialidad, a la espera de conocer el paradero del resto de Osadía y de descubrir cuál será el próximo movimiento de Jeanine.

Al tratarse de un adaptación, es comprensible la ausencia de detalles de la trama original del libro. Sin embargo, no se entiende que para poder disfrutar del producto audiovisual sea un requisito imprescindible haberse leído la obra literaria. O al menos eso explicaría la sensación de encontrarnos ante un guion de lo más insípido, que hace aguas por todas partes, lleno de incongruencias y clichés que tal vez adquieran sentido en la novela en la que se basa, pero no en su adaptación cinematográfica. Una sucesión de eventos sin ton ni son cuyas explicaciones se escapan a la comprensión del espectador, que conforman una serie de situaciones que ocurren justo en el momento más idóneo para los protagonistas, sin explicación alguna de cómo ni por qué han ocurrido. Dicho esto, da la sensación de que los responsables del guion prefirieron centrarse en la relación romántica entre Tris y Cuatro, que si bien es el hilo conductor, no resulta ser lo más atractivo de la cinta.

Las interpretaciones oscilan entre pobres y correctas, siendo el caso más flagrante el de su protagonista, Shailene Woodley, cuya interpretación es destacable únicamente en algunos momentos de la película. A esto debemos sumarle unos secundarios muy mal aprovechados, como una Kate Winslet cuya Jeanine se sitúa muy por debajo de sus mejores papeles, o una Naomi Watts cuyo personaje podría haber dado mucho más de sí. Mención especial merecen las nuevas incorporaciones, incorporaciones como la de Octavia Spencer como Johanna, líder de Cordialidad, o Daniel Dae Kim -conocido por haber interpretado a Jin Kwon en Lost– como Jack Kang, líder de Verdad y cuyas intervenciones en la historia no pasan de ser anecdóticas.

Aunque si hay algo que no se le puede reprochar a Insurgente es el espectáculo visual que ofrece al espectador. La película se presenta visualmente atractiva, no sólo porque nos muestra partes de la ciudad que sólo conocíamos de oídas, sino también por la forma en que lo hace: panorámicas de los espacios abiertos y el contraste entre las zonas en ruinas de Chicago frente a aquellas que están ocupadas por alguna de las facciones en las que está dividida la sociedad. Las simulaciones suponen lo más llamativo de la película, aunque en ocasiones se abuse de CGI, dando como resultado escenas fuera de lugar que hacen que el espectador pierda el hilo.

A pesar de sus defectos -que no son pocos-, Insurgente se trata de una muy entretenida película de acción y aventuras, englobada dentro del llamado género del young adult donde también encontramos otras cintas de gran éxito mundial como Los Juegos del Hambre o Crepúsculo. Sin duda, una apuesta segura si lo que buscamos es disfrutar de dos horas de acción desenfrenada con un chorro de amor adolescente acompañado de un gran despliegue de efectos visuales y con una más que aceptable banda sonora.