El día que murió Fringe
En el primer aniversario tras la finalización de Fringe, este es mi pequeño homenaje a una gran serie que echaré de menos.
[soundcloud url=»https://api.soundcloud.com/tracks/130211665″ params=»color=ff6600&auto_play=false&show_artwork=false» width=»100%» height=»166″ iframe=»true» /] Dadle al play antes de empezar a leer para un efecto más traumático
The Day We Died. Ese era el título del último episodio de la tercera temporada de Fringe. Para los fans de dicha serie, el día que morimos fue el 18 de enero de 2013. Tal día como hoy, hace un año exactamente, le dábamos el adiós definitivo a nuestra serie favorita. Ese día, todo fringie, todo cortexifan sentimos que a partir de ese momento, no iba a ser lo mismo. Desde ese momento, sentiríamos el vacío existencial que deja la finalización de una serie. Nuestra serie.
Habrá quien diga que exagero. Habrá quien piense que Fringe sólo era una serie y que no es para tanto. Y quizás tengan razón, aunque, en el fondo, tú y yo sabemos que no es así. Fringe para nosotros fue algo más que una serie: era una forma de vida. Fringe nos transmitió un sentimiento de pertenencia, de formar parte de un fandom entregado con su serie. Un fandom capaz de estar en lo bueno y en lo malo, un fandom que ha luchado temporada tras temporada para que su serie no cayera en el olvido. Y no lo ha hecho. Por eso, en el aniversario de su muerte, en Twitter, el hashtag conmemorativo #WeRememberFringe vuelve a reunir, en 140 caracteres -o menos- todas aquellas cosas que tanto nos gustaban -y gustan- de la serie.
Una de esas cosas que eran mejores que disfrutar de la serie en sí, era disfrutarla al mismo tiempo que su emisión en Estados Unidos. Estoy hablando de las noches de streaming -y sus correspondientes campañas en Twitter-. Campañas que semana tras semana, conseguían hacer que el hashtag de la serie fuera trending topic ya no sólo en Estados Unidos, sino a nivel mundial. Noches de streaming en las que algunos timeline se convertían en un hervidero de spoilers. Campañas surgidas para mostrar el apoyo incondicional de los fans a lo largo y ancho del planeta se transformaron en toda una tradición de la noche de los viernes.
Nos gustase o no, lo cierto es que para Fringe nunca fue un camino de rosas. Temporada tras temporada, los bajos índices de audiencia amenazaban con su finalización prematura. Sin embargo, contra todo pronóstico llegó hasta las 5 temporadas, con sus altibajos, eso sí. A lo largo de esas temporadas y llegando hasta los 100 episodios, Fringe nos dejó un legado: nos enseñó que la realidad es sólo cuestión de percepción, que un you belong with me puede ser más poderoso que un I love you o que home is where the heart is. Fringe nos enseñó a perdonar con un tulipán blanco. A seguir mirando arriba después de la lluvia. Pero sobre todo, Fringe nos enseñó a no tener miedo de cruzar el límite.
¿Y para mí? Para mí Fringe representa todo lo descrito hasta ahora y algo más. Para mí, Fringe fue sinónimo de pasar de ser una auténtica detractora a una fiel incondicional. De comenzar a escribir reviews de los episodios, primero en mi blog y más tarde en Zona Fringe, casi al mismo tiempo que mi gemela diavólica -sí, con «v»- del universo alternativo @aroaspirin. De realizar con ella revivals en Twitter de capítulos significativos durante los insufribles parones. En definitiva, para mí Fringe ha significado pertenecer a una gran familia.
18 de enero de 2014. Un año sin cortexiphan. Un año sin Olivia-in-the-tank. Un año sin la música de Chris Tilton. Un año sin Fringe Fridays. Un año sin esas noches de streaming -ni sus correspondientes campañas de Twitter-. Un año sin zepelines, ni universos alternativos. Un año sin Walter Bishop. Sin Olivia Dunham. Sin Peter Bishop. Un año sin la familia Fringe.
Nancy Callahan
enero 18
@Alberto Palacios Marcos
Por supuesto, Gene va incluida en esa gran familia. 😉
Alberto Palacios Marcos
enero 18
y la vaca, un año sin Gene
lavidaenlila
enero 18
Reblogueó esto en lavidaenlila / Violetinlife y comentado:
I feel the same, así es como me siento. Sin Zepelines, LSD, sin tanque, sin… I miss Fringe
Louie83
enero 19
Después de leer la entrada, y viendo la pasión con la que comentas sobre Fringe, creo que voy a dejar otras series paradas y empezar a verla a la de ya, pinta impresionante.
Un saludo.
Nancy Callahan
enero 19
@Louie83
La ventaja que tienes con Fringe es que como ya está terminada, tampoco urge la prisa… 😉
@Majo
Ciertamente, pero aunque sigamos manteniendo a esa gran familia en nuestros TL, seguirá sin ser lo mismo, aunque como dices, con ocasiones como la del hashtag por el año sin Fringe a mí por lo menos me ha hecho mucha ilusión volver a revivir ese espíritu por el que semana tras semana, ansiaba la llegada de los viernes.
Un saludo a ambos y gracias por comentar. 😀
Majo
enero 19
«Sin la familia Fringe» … sí que nos hemos armado una GRAN familia, y aunque ya no de la misma forma, cob el mismo ímpetu o la puntualidad de los vierne, sigue estando allí, al menos en mi TL todavía lo pueblan todos ellos. Basta que salga algo como la movida del hastag del año sin Fringe y aparecemos todos de nuevo!!! 😀
Muy buen post. Muy identificada con todo lo q dice.
WerememberFringeEVER
Irina
enero 19
Y sin los naked tuesdays 😛 Nada será igual.
Nancy Callahan
enero 20
@Irina
Sin los naked Tuesday, sin Gene, y sin tantas otras cosas que nos encantan de la serie que sólo para mencionarlas todas tendría que escribir otra entrada… :$
Saludos y gracias por comentar. 😀