No fueron pocos los que se acercaron a la cita

Durante los días 25, 26, y 27 de noviembre, tuvo lugar la décima edición del salón del comic (y manga) de Getxo, en la ya tradicional plaza de la estación de Las Arenas. El espacio disponía de un área de exposiciones, talleres, salón de actos y un área comercial destinada a editoriales, comercios, entidades, fanzines… y cualquier sector relacionado con el mundo del cómic.

El salón, contó con la participación de más de 42 dibujantes, entre ellos Luis Royo, Nancy Peña y David Rubín por nombrar algunos nombres. Asimismo, el recinto se completó con más de 80 stands en los que se podía encontrar una amplia selección que iba desde los comics más clásicos hasta las novedades más inmediatas, pasando por todo tipo de merchandising imaginable.

Además de los comics, también se podía disfrutar de talleres de dibujo, mesas redondas y proyecciones de distinto tipo; actividades que completaban la oferta del salón.

Por otra parte, los amantes del manga, tuvieron un día para ellos solos, el domingo, con karaoke y concurso de cosplay incorporado.

A pesar de tratarse de la décima edición, puedo decir para bien o para mal, que ha sido mi primera vez en este evento ya que, aunque la existencia del mismo llegó a mis oídos allá por el lejano 2006, no había podido asistir hasta ahora, por circunstancias que no vienen al caso o bien tampoco recuerdo.

En la variedad está el gusto

Qué puedo decir… Me quedé con ganas de más. Quizá fuera porque una mañana tampoco da para mucho, porque lo mío fue una «visita relámpago» o porque era la primera vez, pero lo que vi me gustó. Y mucho. Sobre todo uno de los stands, que aunque no tuviera una relación directa con el tema principal del evento (comics y manga), sí estaba relacionado con el mundo del frikismo: era un puesto de venta de juegos (y algunas consolas) retro (el de «Manga Maniacs/Juguetes de ayer» si mal no recuerdo), además de algunos juegos seminuevos (como los llaman en Game) de juegos de esta generación, como aquellos para la Xbox 360 y la PS3. Aquí, pude ver una Super Nintendo en perfectas condiciones, así como una variada colección de juegos para la misma. De la misma forma, contemplé atónita un cartucho del clásico Ocarina Of Time para Nintendo 64, entre juegos de GameCube y de las dos primeras PlayStation. Pero si hay algo que realmente me llevé a casa, no fue otra cosa que la Game Boy Color que estaba en venta, además de un par de chapas en venta en otro de los stands.

Pero, si hay algo que no suele faltar en este tipo de celebraciones, son los cosplays, y este evento no iba a ser menos. Había para todos los gustos, algunos mejores y otros peores.

Además de lo comentado, tuve la oportunidad de desvirtualizar al señor @Cris_RoLan, sufridor de mis teorías enrevesadas sobre el rumbo que toma cierta serie, cuyo nombre sólo diré que es Fringe y con el que pude intercambiar opiniones sobre algunos temas de candente actualidad. O no…

Resumiendo, para haber sido la primera vez disfruté como una enana, en algunos casos me hubiese gustado poder explorar a fondo los stands pero no pudo ser. Ahora toca esperar un año de nuevo hasta la próxima edición. Ya queda menos…