No voy a extenderme demasiado. Todos sabéis de qué va esto, la última entrada del año no podría ser más que para despedirlo.

Durante estas fiestas, no he escrito nada, ni para felicitar las fiestas, ni para escribir una noticia bomba el día de los inocentes. Y esto no puede ser. Por eso, aprovecho esta última oportunidad para redimirme y desearos a todos un año prometedor, en el que se cumplan todos vuestros deseos, podáis estar con vuestros seres queridos y bla, bla, bla; todas esas cosas que se dicen…

En otras ocasiones suelo aprovechar para hacer una de mis entradas extensas que tanto gustan y tan odiadas son por unos y por otros, pero como me imagino que todos andaréis liados con los últimos preparativos, lo dejaré para el aniversario del blog ;).

Así que, sin más dilación, no quiero despedirme sin antes desearos: