Todos tenemos un pasado, incluso en el ámbito musical. Para algunos, ese pasado puede ser como para arrepentirse, puede ser un pasado oscuro o simplemente una etapa de su vida en la que buscaban sonidos nuevos. En una de esas búsquedas, conocí al grupo que hoy me gustaría recordar, y a su vez, recomendar: Kannon.

Corría el año 2002. Estábamos en el frío mes de noviembre. Entre mis manos, el ejemplar de ese mes de una revista de la que ya hablé por estos lares. Esta publicación, regalaba con cada número de la revista un CD, conocido como sampler entre los afines, que traía canciones de los grupos que aparecían en la revista por alguna u otra razón. Por aquel entonces, esta revista además, organizaba el llamado «Eastpack/Rocksound tour», aunque eso ya sería otra historia; o tal vez no, porque tiene que ver con el grupo en cuestión.

el sampler en cuestión

Entre los grupos que participaban en ese tour, se encontraba Kannon. Hasta entonces, para mí eran unos completos desconocidos, pero resultaba que ya tenían un disco en la calle, Denuevonunca y por aquel entonces, volvían a la carga con su segundo disco de estudio, Imagina. De este último incluía una canción el denominado sampler de la revista. Sal. Así se llamaba la canción. Del estilo de otro grupo que me gustaba por aquel entonces, Limp Bizkit; por lo que no dudé en hacerme con ese Imagina, comenzando así el legado de mis compras compulsivas; aunque eso ya sería otra historia…

DISCAZO

Y ya que he nombrado a Limp Bizkit, he de decir que la canción Suena, tiene un cierto toque a Rollin; canción del otro grupo en cuestión.

La compra había merecido la pena. En plena adolescencia, lo que más necesitábamos era una música que nos hiciera sentir malotes, y en el rap metal encontrábamos nuestra solución. Eso, además de unas letras cargadas de humor. Imagina lo tenía.

Su segundo disco de estudio me gustó y mucho. Quizás por eso hoy en día les haya vuelto a dar una oportunidad. Quizás por eso sigo recordando aquellas letras que me traen recuerdos de tiempos pasados. Quizás fuera por sentir el privilegio de ser de los pocos que los conocían por aquel entonces.

Una muestra de que empezaron a hacerse conocidos es el hecho de que Fanta, utilizó el principio de la canción Arde para uno de sus spots; no he podido encontrar el video, pero si mal no recuerdo, era de un grupo de chicos en la nieve haciendo snow…

Tuvieron que pasar otros dos años para que viera la luz su tercer álbum de estudio, Intro. Y como era de esperar, no tardé en hacerme con él. En esta ocasión, se empezaron a alejar del rap metal para hacer rock a secas, o eso es lo que he leído por ahí. En honor a la verdad, el disco tiene toda la esencia del grupo impregnada en cada una de sus canciones, aunque lo que sí que es cierto es que este fue un disco más rudo. Riffs más contundentes y ritmos más secos. Destacan canciones como La Llave, Otra Vida en donde se nota más el cambio y Pa, que comienza con un extracto de una obra de Manrique.

Menos rapear y más rockear

Pero el tiempo pasa, pasa la adolescencia y comienza otra etapa de búsqueda. Una nueva etapa que hizo que no me enterara ni siquiera de cuándo habían publicado su cuarto disco, Destino. Cuarto y último.

En el año 2006, Kannon publicaba en su pagina web un comunicado en el que explicaban los motivos por los que habían decidido poner punto y final a un proyecto que había durado nueve años. Sin embargo, tan sólo tres años después, el grupo resurge de sus cenizas, aunque con nueva formación; siendo Vicente (más conocido como Cody MC) el único miembro que queda de la formación anterior.

Cual ave fénix, resurgen de sus cenizas y vuelven a la carga con Cinco Lágrimas Para la Quinta Esencia, nombre del que será su quinto trabajo. Y esta vez, no me lo voy a perder. ¿O puede que sí?

Página web | Kannon