Ida de olla. No se me ocurre una descripción mejor para esta película. Yo creo que los guionistas estaban bajo los efectos de algún tipo de droja cuando les vino a la cabeza semejante historia. Más tarde he podido descubrir que en realidad la película está basada en el libro «El Ladrón del Rayo», primero de una saga de libros que se recoge bajo el nombre de Percy Jackson y los dioses del Olimpo, del autor Rick Riordan; por si a alguien le interesa. Luego, esto puede significar que posiblemente, volveremos a encontrarnos con Percy en el futuro…

El director del film es Chris Columbus, el mismo que está detrás de otras películas como las dos primeras adaptaciones de las aventuras del joven mago Harry Potter. Quizás por eso no me extrañaría nada que muchos vieran en esta nueva saga al sucesor del joven hechicero.

Pero volviendo a la película, he de decir sobre ella que ha resultado ser una grata sorpresa. Cuando me dispuse a verla, apenas sabía de qué iba, más allá de lo que había visto en los trailers de televisión. A veces es conveniente este tipo de ignorancia para no crear expectativas…

El protagonista de la historia es Percy Jackson, un joven con problemas por su dislexia e hiperactividad. Resulta que en realidad, esos problemas suyos son en verdad sus mayores poderes; resulta ser un semidios, hijo de Poseidón, para ser más exactos. El joven, se embarca en una aventura por encontrar a quien ha robado el arma de Zeus, junto a Annabeth Chase, otra semidiosa hija de Atenea; y Grover Underwood, que además de ser su protector es también un sátiro.

La película es entretenida, de eso no cabe duda; en el cine no parábamos de reírnos de los puntazos que en ella aparecen. Ver a Uma Thurman convertida en la mismísima Medusa o a Pierce Brosnan en un centauro no tiene precio. Al final parecía que quienes estaban bajo los efectos de algún tipo de droja éramos nosotros por la cantidad de chorradas que pudimos decir en torno a la película; aunque eso sería otra historia…

En ocasiones, me dio la impresión de estar viendo un videojuego del tipo The Legend Of Zelda por la forma en la que se desarrollaba la historia; y es que parecían estar superando mazmorras, con su correspondiente jefe final incluido, para poder recuperar unos objetos necesarios para volver del Inframundo; lugar al que se ven obligados a ir.

La película puede ser algo previsible en cuanto a descubrir quién es el malo, tampoco es que tenga giros argumentales ni la trama es compleja. Es una historia entretenida, para pasar el rato, los efectos especiales son más que aceptables y bien merece gastarse el dinero en ella; sin tomárnosla demasiado en serio y teniendo en cuenta que no es de esas películas para comerse el tarro. Una opción a tener en cuenta si no sabemos por qué película decantarnos. Que vaya temblando Harry Potter…