Half-Life: Opposing Force fue la primera expansión oficial del videojuego Half-Life en lanzarse al mercado, más concretamente el 31 de octubre de 1999.

Desarrollado por Gearbox Software y distribuido por Sierra Studios, este «Opposing Force» podría considerarse como un «spin-off» del primer Half-Life, ya que los hechos que aquí se narran ocurren paralelamente a los acontecimientos del primer Half-Life.

En esta ocasión, viviremos el accidente de Black Mesa a través de los ojos de uno de los enemigos de Gordon Freeman; Adrian Shephard, uno de los soldados HECU enviado a Black Mesa para «silenciar» a cualquier testigo del accidente «provocado» por Freeman.

Sin embargo, cuando el helicóptero de Shephard se estrella, y el resto de su unidad muere, la misión de limpieza queda abortada, y es cuando comienza la lucha por la supervivencia.

En este Opposing Force, no hay tiempo para relajarse: La acción es mucho más intensa que en el Half-Life original, no nos podemos dormir en los laureles. Además, disponemos de un arsenal más extenso y variado que cuando jugamos como Gordon Freeman. Nuevas armas alienígenas, un arma lanza-portales, y por otra parte, las armas ya clásicas como el lanzacohetes (más conocido como bazooka) o la MP5 (sustituida en los modelos de alta definición por la M4A1), la metralleta que, personalmente, es a la que más uso le suelo dar… (;-P)

Las visitas a Xen, no tienen otro fin que el de poder salir de una determinada zona o entrar en otra a la que no podemos acceder desde el lugar en el que estamos. Dicho de otra forma: Xen se convierte en un mero puente por el que acceder entre zona y zona, sin ningún tipo de misión especial, al contrario que en Half-Life.

Además, los comandos negros adquieren mayor protagonismo en esta entrega. Junto a algunos compañeros que se irá encontrando en su camino por salir de Black Mesa, Shephard se enfrentará en varias ocasiones a estos comandos, los cuales actúan independientemente de los marines, por lo que son tanto enemigos de éstos como de Gordon Freeman y los seres alienígenas.

Estos comandos intentarán «silenciar» completamente cualquier prueba del incidente en los laboratorios, por lo que planearán detonar una bomba para destruír cualquier indicio de lo ocurrido en las instalaciones de Black Mesa.

A pesar de que en un principio Adrian consigue desactivarla, más tarde verá cómo G-Man, el personaje misterioso de traje azul que también vimos en Half-Life, la reactiva.

Como curiosidad, decir que llegados a un punto de la historia, cuando Shephard se encuentra en el complejo Lambda, puede observar cómo Gordon Freeman se teletransporta a Xen. No obstante, si decide seguirlo por ese mismo portal, aparecerá en Xen, pero cayendo al vacío, por lo que morimos; argumentando que Shephard ha intentado crear una paradoja temporal.

Finalmente, después de enfrentarnos a oleadas de alienígenas de la Raza X y a los comandos negros, nos veremos las caras con Gene Worm, el enemigo final en esta ocasión.

Su aspecto recuerda en cierta forma a los tentáculos vistos en el primer Half-Life, más concretamente en el capítulo «Foso Explosivo». Sin embargo, parece ser que este bicho podría ser el jefe de los alienígenas de la Raza X, aunque la explicación del origen de esta nueva raza no se da en ningún momento a lo largo de todo el juego. Es más, únicamente nos enfrentaremos a esta raza en el Opposing Force…

Con todo, Opposing Force se convierte en un título muy intenso y una buena opción para descargar montones de adrenalina demostrando nuestras habilidades.

Aunque esta sólo es mi humilde opinión…