A finales del mes de marzo, saltaba la alarma entre los usuarios de Last.fm; debido a la noticia que según venía diciendo, el Last.fm dejaba de ser gratuito para todos aquellos no residentes en Estados Unidos, Alemania o Reino Unido.

Finalmente, se descubrió que lo que realmente dejaba de ser gratuito era la radio, cosa que a muchos no nos afectaba demasiado, puesto que, personalmente, la radio preprogramada del Last.fm sólo la llegué a usar en mis primeros días utilizando el servicio. Sin embargo, y como medida de «protesta», dejé de utilizar tal servicio; me puse en huelga de scrobblings durante un tiempo.

Al mismo tiempo, buscaba una nueva alternativa para poder seguir descubriendo música interesante, y es aquí donde muchos de vosotros me disteis el nombre de la solución: Spotify.

Spotify es la alternativa al Last.fm. Pero no sólo eso, ya que Spotify es mucho más. No sólo te brinda la posibilidad de escuchar cantidad de temas en streaming, sino también te da opción de crear tus propias listas personalizadas para tener tu música favorita a mano (o en este caso, a oído xD) siempre que quieras.

De ahí que, yo misma, tenga varias listas que vendrían a ser los discos completos de álbumes «reales» que tengo y que son los que más escucho; como puede ser el Black Holes & Revelations de Muse o A Beautiful Lie de 30 Seconds to Mars.

Ésta es una de las grandes diferencias en comparación con Last.fm, ya que en este otro, la posibilidad de crear una lista de temas se limita a eso: A crearla, porque si queremos escucharla, debemos ser usuarios de pago (¬¬»)

¿Y cómo pagan los de Spotify las licencias a las discográficas? Muy sencillo: Con la publicidad.

Cada cierto número de temas, aparece un spot publicitario sonoro, de corta duración, y una vez finalizado, se reproduce la canción que tocaría en ese momento. Los anuncios nunca interrumpen una canción (al menos de momento, nunca me ha salido el spot en mitad de una escucha) sino que lo hacen justo entre el fin de una y el inicio de otra.

Tal vez, tendrían que haber tenido en cuenta este método los de Last.fm en lugar de vetar a todos aquellos que no vivamos ni en EE.UU., Alemania o Reino Unido porque la publicidad en el resto de países no «les sea rentable»…

De todas formas, si tenéis una cuenta en el Last.fm, podeis seguir haciendo scrobbling, ya que Spotify nos brinda la opción de coordinar todo aquello que escuchemos en este servicio con nuestra cuenta en Last.fm. ¿Chulo, verdad?

Pero, como en todo, también tiene sus contras, y es que, a pesar de contar con una gran variedad de estilos y artistas, muchos aún se cogen en falta, como artistas propios del J-Rock e incluso álbumes completos de artistas reconocidos.

A pesar de todo, es una buena forma de escuchar la música que nos gusta y, a su vez, descubrir otra que también lo hará…

Si queréis registraros, en principio se necesita invitación (maldito legado del Tuenti ¬¬»), pero por suerte, debido a un «bug», es posible hacerlo «por la patilla»: Lo único que hay que hacer es seguir este enlace…

Y, para terminar, un aviso: Es adictivo. Luego no digáis que no os lo avisé…