Dicen que no hay dos sin tres, y en el caso de Muse, este ‘Absolution’ es el tercer LP de su discografía.

A la tercera va la vencida, y si a estas alturas aún quedaba alguien que pusiera en duda el talento de este trío británico, debería acallar sus palabras tras escuchar este disco.

‘Absolution’ fue la prueba definitiva de que lo de Muse no era algo pasajero. Con este tercer álbum, lograron saciar e incluso aumentar su legión de fans, al que yo ya pertenecía y que sin embargo, también logró disipar por completo, cualquier duda que me podía quedar.

Puede que por ese motivo, por la razón de que con este disco me proclamara definitivamente como otra fan incondicional, lo considerara el mejor de su discografía. Y no es para menos.

Septiembre del 2003. Viernes. El recién adquirido ‘Absolution’ en mis manos. En la calle brillaba un sol resplandeciente únicamente contrastado por un grupo de nubes para nada amenazadoras.

Coloco el álbum en mi discman, me pongo los cascos y me tumbo plácidamente encima de la cama, con la única preocupación de que el volumen de los auriculares no estuviera excesivamente alto. Y así comienza la absolución…

Un paso militar te guía hasta el principio del fin, aquí es donde Matt pide amablemente ‘Apocalypse Please’ en donde el piano predomina en la canción. Realmente parece que el mundo se esté destruyendo a tu alrededor. El fuego arrasa con todo mientras las llamaradas se expanden con el viento…

El apocalipsis pasa, pero sólo para recordarnos que ‘Time Is Running Out’. En ese instante, el ritmo lo marca el bajo de Chris, con una distorsión tal, que resulta difícil saber que se trata de dicho instrumento. Todo podía haber sido mejor, pero no siempre las cosas salen como uno quiere, y en ese instante es cuando se acaba el poco tiempo que a uno le puede quedar…

Por suerte, siempre nos queda la absolución por los errores cometidos, y de esa forma, Matt nos invita a ‘Sing For Absolution’ en la que su desgarradora voz cobrará sentido más que nunca a partir de la estrofa final.

Sin embargo, siempre hay momentos en los que nos llegamos a identificar con nuestros enemigos, en ese instante es cuando nos invade el ‘Stockholm Syndrome’; con un riff inicial poco típico de Muse pero que no por ello desentona. Es al llegar al puente de la canción cuando nos damos cuenta de dónde se había metido Matt.

Pero uno de los momentos clave en todo apocalipsis, en todo momento de caos es esa ‘Hysteria’ que invade a todo el mundo, queriendo romper todo cuanto se tenga a mano, o incluso dar botes sin querer parar.

Por suerte, el efecto mariposa a veces ocurre, y se manifiesta en forma de ‘Butterflies & Hurricanes’ en donde el piano es una pieza clave. Siempre he dicho que la música clásica no es de mi estilo, pero si se sabe cómo combinar con melodías más actuales, el buen sabor de boca que te puede llegar a dejar esta canción es alucinante.

Dicho todo esto, hay que destacar la gran importancia del piano a lo largo de todo el álbum, hecho del que no me había percatado hasta haber vuelto a escuchar el disco por enésima vez, para así poder traeros mi impresión lo más fresca posible.

De este disco, se aprovechan todas y cada una de las canciones, sin excepción. Puede que eso mismo sea otro de los motivos por los que he considerado durante tanto tiempo este ‘Absolution’ como el mejor disco de Muse hasta la fecha.

Sin embargo, hoy en día, ese privilegio se lo reparten a partes muy iguales ‘Absolution’ y ‘Origin Of Symmetry’, siendo el primero algo más comercial, y por lo tanto, más accesible para todo aquel que no se haya familiarizado con el glam de Muse.

De todas formas, os dejo con las que considero las mejores canciones de esa «absolución»: