Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Cole McGrath lo sabe, y es consciente de que se le ha concedido el poder para salvar a la Humanidad de las garras de una monstruosidad conocida como «La Bestia», o por el contrario, en su mano queda unirse a ella y sumir al mundo en la oscuridad. Pero no estará solo, en esta ocasión, además de la ayuda de su inseparable amigo Zeke Dunbar, Cole contará con la presencia de la agente Lucy Kuo y la traviesa Nix, cuyos poderes pueden recordar a los de Sasha del primer inFamous.

Con un resumen de lo acontecido en el primer juego y con una contextualización para enlazar con los próximos sucesos que van a tener lugar, comienza inFamous 2, secuela de inFamous, que ve la luz dos años después de la salida del primer título.

Cole MacGrath, «el hombre eléctrico», ha regresado. Y lo hace a lo grande. En esta ocasión, atrás queda Empire City, para librar una nueva aventura lejos de allí, más concretamente en la ciudad sureña de New Marais, donde la misión de Cole en un principio parece sencilla: localizar al doctor Wolfe, el único capaz de amplificar sus poderes para poder derrotar a «La Bestia». Sin embargo, New Marais se encuentra bajo un estado de represión por parte de la milicia dirigida por el magnate Joseph Bertrand, y éstos no dejarán que Cole campe a sus anchas por la ciudad. Aunque la milicia debería ser el menor de los problemas de los que debería preocuparse, ya que unas horribles criaturas del pantano -que parecen primos no muy lejanos de los necromorfos que atormentaban a Isaac Clarke en los «Dead Space»- así como los escurridizos hombres de hielo, intentarán hacerle la vida imposible a nuestro protagonista. Aunque en New Marais no todo es lo que parece, y entre tanto caos, podemos llevarnos unas cuantas sorpresas…

Se dice que las comparaciones son odiosas, pero resulta casi imposible no comparar inFamous 2 con su predecesor, sobre todo si tenemos en cuenta que esta segunda parte supera con creces en quizás no todos los aspectos, pero sí en muchos de ellos a la aventura vivida en Empire City. A diferencia de lo que sucedía en la anterior entrega, cuyas primeras horas de juego podían resultar aburridas, en inFamous 2 no hay tiempo para tomarse un descanso. Durante el inicio del juego, debemos enfrentarnos cara a cara con «La Bestia», pero como Cole todavía no es lo suficientemente fuerte para derrotarlo, cae abatido por el monstruo, quedando malherido y disminuyendo sus poderes. Tras estos hechos, Cole, Zeke y Kuo ponen rumbo a New Marais, mientras observan cómo «La Bestia» borra Empire City del mapa. Pero la entrada a la nueva ciudad tampoco será un camino de rosas…

Cole cuenta desde el principio con una variedad de poderes que de igual forma podremos amplificar y mejorar a medida que avancemos en el juego, ya sea a través de movimientos especiales o por completar un número determinado de misiones secundarias. Algunos de esos poderes básicos incluyen la descarga y granada alfa, los propulsores de estática, la electrosucción y curación. Además, en esta segunda entrega, al contrario de lo que ocurría en inFamous, dentro de cada poder encontramos distintas categorías: en la categoría de descargas, tenemos algunos neutros como la descarga alfa o la descarga tenaza, y otro tipo de descargas que dependen del karma, como la descarga magnum que la obtenemos en caso de jugar en karma positivo o la descarga de guadaña con el karma negativo. Asimismo, en esta entrega contamos con los llamados «poderes iónicos», y para ejecutarlos necesitaremos de al menos una carga iónica por cada vez que utilicemos algún poder de ese tipo. Estas cargas las podemos encontrar tras derrotar a algún enemigo, aunque la primera vez conseguimos esta habilidad es tras la absorción del primer núcleo explosivo; fragmentos que nos darán el poder que necesitamos para usar el ICR y derrotar a «La Bestia». Entre los poderes iónicos, también se distinguen entre karma positivo, negativo y neutro. Entre las nuevas habilidades, los poderes neutros que además resultan muy útiles son la cadena de rayos, la cual nos permite deslizarnos creando una especie de liana y el pulso cinético, ideal para levantar objetos pesados con los que derribar los helicópteros o también para hacer el cafre lanzando coches al aire, de hecho, una de las misiones secundarias consiste precisamente en esto.

Entre las novedades que podemos encontrar, nos topamos con un sistema de combate cuerpo a cuerpo mejorado, para el que esta vez, Cole contará con la ayuda de un diapasón gigante, o como él lo prefiere llamar: el Amplificador. El tendido eléctrico está dispuesto a lo largo y ancho de toda la ciudad de manera que, si nos lo montamos bien, podríamos pasarnos el juego sin tocar el suelo más que cuando fuera estrictamente necesario. Pero si el tendido eléctrico no fuera suficiente para trasladarnos de un lugar a otro, contamos con unas tuberías electrificadas que al usarlas, seremos impulsados hacia arriba, haciendo la tarea de escalar edificios más llevadera. Estas tuberías son fáciles de identificar al relucir con un color amarillo intenso. Por otra parte, la tediosa tarea de ir de subestación en subestación es sustituida por varios transformadores y el misil Tesla, que Cole dirigirá para conectarlos entre sí.

En los combates, siempre que nos sea posible, es muy recomendable iniciarlos desde los tejados. La altura es la mayor ventaja que tiene Cole, sobre todo al enfrentarse a bichos como el «Devorador» que nos escupe una sustancia verde asquerosa. En otros casos, lo mejor es el combate cuerpo a cuerpo, como en el caso del «Saqueador» o su primo no muy lejano «Señor del Enjambre», aunque este último cuenta con una especie de esporas que salen del suelo y pueden hacernos pupita. De la misma forma, uno de los mayores enemigos de hielo, el «Titán», resulta ser un enemigo más fácil de derrotar de lo que en un principio pudiera parecer, sobre todo en el caso de que dispongamos del poder de «tormenta iónica», aunque realmente este sea un poder que no conseguimos hasta no estar casi a punto de enfrentarnos a «La Bestia».

El sistema de karma poco o nada ha variado en comparación con el anterior título. Ahora, aunque estemos en karma negativo, podemos hacer las misiones de karma positivo. También contamos con «ocasiones de buen karma» como desactivar una bomba y «ocasiones de mal karma», como acallar a artistas callejeros. Sin embargo, lo de desactivar una bomba lo podemos convertir en un mal acto destruyéndola e hiriendo a civiles en lugar de absorber su energía.

La diferencia entre los juegos entre una misión y otra es que en el primer título, las partes del juego se diferenciaban por una transición con alguna cita famosa y esta vez, por la distancia que falta para que «La Bestia» llegue a New Marais. De igual manera, la transición entre los karmas en el primer inFamous aparecía como un simple aviso, y en la segunda parte, hay una cinemática, un video corto que muestra cómo aumentan los poderes de Cole, lo mismo ocurre cada vez que absorbe la energía de un núcleo explosivo.

Cabe destacar algunos puntos de New Marais como Fort Philippe, una de las mejores partes del juego, capítulo tras el que conseguimos uno de los poderes de karma negativo que más mola, que es el de «absorción iónica» que además es un poder totalmente nuevo, o «la columna de hielo» en el caso de estar siendo unos buenazos. Del mismo modo, Flood Town resulta ser una de las partes más interesantes para poner en práctica lo de deslizarnos por los cables, precisamente porque como su propio nombre indica, es una parte inundada de New Marais. Además, tendremos un nuevo «juguete» aunque sea de forma temporal, el llamado «rayo Dunbar» creación del propio Zeke que nos servirá para detener el ataque de los bichos del pantano a esa parte de la ciudad.

Hay cosas que nunca cambian, que se suele decir, e inFamous 2 no iba a ser diferente en ese sentido. Así, algunos de los procesos vistos en su predecesor se repiten, como la recogida de fragmentos para aumentar su capacidad de almacenaje o la recolecta de dispositivos de audio que nos irán descubriendo aspectos de la historia previos a los sucesos que están teniendo lugar en New Marais a lo largo de nuestra aventura; así como la forma de contar la historia vuelve a ser con la estética comic de la primera parte. De nuevo la música también es un aspecto a destacar, diferenciando esta vez entre «The Red Soundtrack» y «The Blue Soundtrack», haciendo referencia al color del karma, aunque en la práctica poco tiene que ver porque tanto los tracks de uno como de otro suenan durante el juego independientemente del karma con el que estemos, aunque hay que destacar que «Half as Long, Twice as Bright», que suena en el asalto a Fort Philippe en karma negativo, lo volveremos a escuchar al final en caso de elegir el final malvado, así como «Abducted», perteneciente al «The Red Soundtrack» sonará en un momento determinado de la historia incluso si jugamos como héroe. El aspecto de Cole en los distintos karmas también varía, ya no solo en la ropa sino también en los tatuajes, que son distintos siendo buenazos o malotes; la ropa cambia de la camiseta amarilla de karma «neutro» a la blanca e impoluta de héroe o al rojo raído que luce en karma negativo. Algunas de las misiones secundarias como las del paquete oculto o la recuperación de material médico se repiten, aunque encontramos nuevas misiones secundarias, como la de «Sobrecarga» que consiste en deslizarse por el tendido eléctrico durante un tiempo determinado, así como misiones secundarias en las que según el karma, contaremos con la colaboración de Kuo o Nix, siendo héroes o malotes, respectivamente.

A pesar de todo, a pesar de esa aparente libertad para elegir un camino u otro, da la impresión de que el juego está realmente pensado para jugarlo en karma positivo, la forma que tiene la historia de desarrollarse, tiene un mayor orden, así como mejor concordancia en el caso de elegir siempre el camino del bien. Por el contrario, en caso de elegir las opciones de karma negativo, existe una mayor sensación de caos y desorden, a través del cual, los detalles de la historia se nos desvelan de forma más anárquica. Por otra parte, los desarrolladores se tomaron ciertas licencias con los guiños hacia otros juegos, tales como «Assassins Need» en referencia a «Assassin’s Creed», por ejemplo, que si bien no afectan a la jugabilidad, resultan ser unos detalles curiosos.

Jugándolo sin distracciones, es decir, centrándonos únicamente en la historia principal, sin perder el tiempo en la recogida de fragmentos ni dispositivos de audio, o dedicando lo justo a las misiones secundarias necesarias para la compra de mejoras, el juego se queda corto, casi haciendo honor a la frase personal de Cole y Zeke: half as long, twice as bright. El título dura casi la mitad que su predecesor, sí, pero en comparación, resulta el doble de intenso que aquel. Quizás para compensar la escasa duración del modo historia existe el contenido de usuario, misiones creadas por y para otros jugadores de inFamous 2.

inFamous 2, un claro ejemplo de que a veces, el aprendiz supera al maestro. ¿Quién dijo que las segundas partes no pueden ser buenas?