Hoy es un día triste. Después de haber pasado tanto tiempo juntos, me ha dejado. Se ha ido. Para siempre. Se ha ido y sólo me ha dejado con el recuerdo de los grandes momentos que hemos pasado juntos.

Han sido muchos momentos a su lado, en los aproximadamente 10 meses que hemos durado juntos, momentos que siempre recordaré a lo largo del resto de mi vida.

Ahora estoy a la espera de que pueda entrar en mi vida otro como él, otro que me llene tanto como lo hizo él y que dure tanto o más de lo que ha durado esta vez.

Ya no lo veré más, y aunque es una pena, la vida sigue y tengo que afrontar de una vez que él ha muerto para mí. Ya no es nada para mí; no es capaz ni siquiera, de volver a hacerme recordar alguno de esos momentos que tan bien lo pasé con él.

De todas formas, siempre recordaré esos viajes en autobús que hicimos juntos, cómo podía llegar a alegrarme una clase aburrida, aquellos momentos más íntimos en el cuarto de baño, los largos paseos por la ciudad sin tener ninguna otra preocupación…

Pero ya es tarde para repetir todo eso. Al menos con él. A partir de ahora, puede que todos esos momentos se vuelvan a repetir, pero si lo hacen, no serán gracias a él.

Hoy es un día triste. Mi reproductor de mp3 ha muerto. No responde a mis órdenes. Y ya no sirve para otra cosa más que para almacenar en su memoria interna, como si de un simple pendrive se tratase…

Te echaré de menos pequeñín. Hasta siempre…