Hacía tiempo que no daba señales de vida, puede que bastante para lo a menudo que actualizaba últimamente, teniendo prácticamente una entrada por día… pero aquí estoy con la que (creemos) es la última entrega de las historias en 3 palabras.Para esta última entrega se nos unió una nueva compañera a la broma por lo que entre 3, el sentido de la historia pierde aun más el norte. Si es que la historia tuvo en algún momento sentido, claro:

Érase una vez en un país de la Antártida, donde hacía calor y la gente tenía piel verde debido a la radiación de polonio, un glaciar que de repente explotó por los gases nobles y una katana oxidada.Allí había un gnomo conocido como Snape que no escuchó el chiki-chiki porque vivía aislad@ junto con su pony robado en el agujero exterior.

Un día, bebió tanto kaltzio kloruro que se quedó patidifus@ al pasarse toda la noche bailando en el agujero del glaciar donde Turbante había escuchado música conceptual con Chikilicuatre y abandonó su idea de rodar una película junto a joven padawan donde ésta era protagonista del filme.

Salió Moe con Turbante de la mano de alguien oloroso con un chorizo en la frente, pero no cualquier viandante podía verlo, solo los elegidos, los chipirones.

Un buen día, apareció el lado oscuro de las bragas conocido únicamente como braga-faja. Hannibal, la novia de Snape, amb@s en su mundo interior, entre los higadillos y los conceptuales riñones, crearon un puente de hidrógeno exclusivo para l@s privilegiados chipiron@s.

Luego, con una prótesis, se eliminó a Wally y nadie supo qué fue de las anchoas en vinagre. Su vinagrilla causó numerosos daños cerebrales a los incautos consumidores de la galaxia.

Fue entonces cuando un perro tuerto y cojo mordió a Turbante por aburrimiento. La rabia contagió su cuerpo…

FIN DE LA CLASE DE QUÍMICA INORGÁNICA.

El año que viene más, aunque no sé si mejor…

Anteriores entregas: apocalípsis con toques frikis, la patata que quería ser pollo y el bocadillo de salami caducado.