Me parece que ya va siendo hora de hablar del que, en su momento, fue mi grupo favorito: Linkin Park. Y es que, tres discos de estudio, uno de remezclas y un disco en directo pueden cambiarte mucho las cosas.

A decir verdad, Linkin Park son un grupo que me gustaron desde el primer momento en el que los oí. Sería verano del 2001 y estaba de vacaciones. Yo, para variar, estaba viendo un canal musical que ahora mismo no recuerdo, lo que sí recuerdo es el nombre de aquella canción: Crawling y a pesar de que saliera Chester berreando esa canción hizo que latiera mi corazoncito.

De vuelta pude hacerme con su primer disco Hybrid Theory… y qué queréis que os diga: me encantó. De ahí en adelante se convirtieron en mi grupo favorito. Canciones de ese disco, como Crawling, In The End o One Step Closer se convirtieron en himnos de aquella época y empezaron a ser los favoritos de toda una generación.

A pesar de la popularidad que adquirirían de ahí en adelante, antes de ser unos de los representantes más conocidos dentro de la escena nu-metal, hay que decir que de vuelta de mi viaje parecía que yo era la única que los conocía. Menuda ironía, cuando más tarde a mis compañeros les empezaba a resultar familiar aquel nombre que tanto les costaba recordar al principio: Linkin Park.

Poco después reaparecieron con In The End y ya con este single toda la clase los conoció. Adorados por algunos, entre los cuales me incluyo, y odiados por otros, estaban consiguiendo hacerse un hueco en el panorama musical, cosa que empezaba a parecer casi imposible. Los que los criticaban los tachaban de hacer música para adolescentes y de tener esa “pose” de malos cuando solo eran (decían los retractores) un producto destinado a vender. Puede que tuvieran razón, pero habían encontrado la fórmula perfecta entre los rapeados de Mike y los berridos de Chester.

Tuvieron que pasar unos cuantos años para que viera la luz su segundo disco de estudio pero entretanto, sacaron a la venta en el año 2002 un disco de remezclas de su exitoso álbum de debut (Hybrid Theory) titulado simplemente Reanimation. Esto hizo saltar muchas ampollas, dando argumentos a sus detractores y sacando dinero de sus fans. Sea como fuere, incluso el disco de remezclas merece al menos unas escuchas ya que hay versiones que merecen la pena, ya sea por la versión “suave” de Crawling, el rap en el que se convierte In The End e incluso esas extrañas versiones casi “robóticas” en las que se convierten canciones como Papercut o el principio de By Myself. Pero el tiempo pasaba y parecía que el segundo disco de estudio no iba a llegar nunca.

Finalmente, en marzo del 2003 si mal no recuerdo, por fin vio la luz Meteora. La verdad es que seguían en su línea, aunque puede que hubiera canciones con riffs más “duros” y Chester seguía berreando de lo lindo en las canciones. Pero no habían innovado nada. Seguían con la misma fórmula, que todo hay que decirlo, seguía funcionando, al menos conmigo. Sin embargo, podía encontrar ciertas similitudes entre algunas canciones del primer y segundo disco. Canciones como In The End y Somewhere I Belong por ejemplo, me parecía que seguían la misma estructura, que estaban cortadas por el mismo patrón. Así como Pushing Me Away y Numb e incluso Don’t Stay y One Step Closer. Pero me seguían gustando; seguían conservando “su esencia”. Y de esta forma, Numb, Faint e incluso Lying From You se volvieron a convertir en mis gritos personales (y en los de mucha otra gente) para ciertos momentos en los que me siento de una forma diferente.

Como era de esperar (o no) entre disco de estudio y disco de estudio sacaron un nuevo relleno. Esta vez un disco en directo, Live In Texas que pasa sin pena ni gloria aunque eso sí, no tardaría mucho en hacerme con él.

Y, en 2007, con el último disco de estudio, Minutes To Midnight, llega el gran chasco. No se sabe si por los riff-raff que hubo entre ambos cantantes, o porque cada uno iba a su bola o Dios sabe lo que habrá pasado pero no son lo que eran. Habrán querido innovar y les ha quedado un disco de mierda (con perdón).

Lo dicho, Linkin Park ya no son lo que eran, puede que su popularidad ahora se vea reflejada más por otros aspectos de sus vidas que por los motivos musicales y eso suele ser una pena. A pesar de no seguir siendo mi grupo favorito (y no me llaméis chaquetera porque creo que han quedado bien clarito los motivos…) siempre seguirá siendo un gran placer seguir escuchando In The End, Crawling y prácticamente sus dos primeros discos… aunque bien es sabido que esta sólo es mi humilde opinión…

¡¡Saludetes!! 😉

P.D.: y como muestra… un botón… os dejo con In The End, Numb y What I’ve Done de sus tres discos… para que opinéis por vosotros mismos…

In The End:

Numb:

What I’ve Done: