28 de Septiembre de 2007. Ése era el día en el que oficialmente Nightwish demostrarían todo lo que son capaces de hacer sin disponer de la voz de Tarja. 02 de Octubre de 2007. Éste es el día en el que consigo tener entre mis manos la prueba de que Nightwish no ha muerto. Pero… para qué engañarnos, no volverán a ser los que eran; como otros muchos fans pensaban de ellos antes, de un tiempo a esta parte no son los mismos. Y después de oír a la nueva cantante esta claro que el grupo ha empezado una nueva era; dejando atrás todos los riff-raff con la anterior cantante, Tarja, como ya nos lo hicieron saber con la publicación de aquel último directo grabado con la cantante en el que nada más acabar el concierto le dieron boleto. Y aquí están de nuevo, tras pasar algo más de un año de aquel directo, dispuestos a demostrar al mundo que Tarja no lo era todo. Y lo consiguen. Para quien no lo sepa, Nightwish está en la actualidad formado por:

Anette Olzon – Voces
Tuomas Holopainen – sintetizador y teclados
Marco Hietala – Bajo y voces
Jukka Nevalainen – Batería
Emppu Vuorinen – Guitarra

siendo este «Dark Passion Play» el sexto álbum de la banda, y el primero con la nueva cantante; Anette Olzon. Y… ¿por qué negarlo? No lo hace tan mal como muchos quieren llegar a creer.

La verdad es que hace tiempo que tengo escuchado el disco, desde que me bajé la promo del mismo (el disco completo pero con la voz de (según dicen) Tuomas, a cada momento de la canción recordándote que «you are listening to the new Nightwish album… bla, bla, bla») y ya entonces me causó una buena impresión. No era Tarja, no era nada nuevo, pero me gustó.

Hoy en día la verdad es que ya es difícil hacer algo nuevo aunque si lo que haces siempre, lo haces bien… ¿para qué molestarse?

Volviendo al disco que nos ocupa, la verdad es que al escuchar ciertas canciones te das cuenta de que estas escuchando a Nightwish pero en cambio, en otras como por ejemplo, la que ha sido el primer single «Eva» la voz de Anette puede llegar a confundirse con la de Sharon den Adel, cantante de Within Temptation, sobre todo al principio de la canción, cosa que no puede ser buena. Y eso no pasaba con Tarja. Para bien o para mal la voz de Tarja era algo significativo de la banda, como un distintivo y en cuanto la oías sabías que estabas oyendo a Nightwish. Eso no pasa en este disco, al menos de momento. Puede que cuando ya lleven un par de discos con la nueva cantante y todos nos hayamos acostumbrado a ella se convierta en el nuevo sello distintivo de la banda. Hasta entonces, sólo queda esperar y disfrutar de este, no menos mejor disco.

Porque, la verdad sea dicha, es un buen disco. Puede que no tan bueno como otros de la banda como el «Century Child» pero lo es. A su manera.

Un poco arriesgado me parece el que hayan metido la canción que dura 14 minutos «The Poet And The Pendulum» al principio del disco. Pero lejos de quitarte las ganas de seguir escuchando más te prepara para ese trallazo llamado «Bye Bye Beautiful» que se convierte en algo así como la nueva «Wish I Had An Angel» aunque se quede algo lejos de ésta. Aquí vuelven a mezclarse las voces de Anette en los versos y la de Marco en ese estribillo pegadizo que según parece, de una forma o de otra está dirigido a Tarja «(…) did you ever listen to what we played?» aunque no por ello deje de ser una buena canción. Le sigue el que ha sido el segundo single «Amaranth», no tan trallazo pero igualmente efectiva. Una de mis favoritas, es «For The Heart I Once Had», que empieza con un riff algo más pop pero que tiene un estribillo que… no tengo palabras.

En resumidas cuentas, la nueva voz puede que al principio resulte extraña pero al cabo de la segunda escucha te acostumbras a ella y es más, tiene algo que no se puede explicar, tiene ese «no sé qué» que puede que si hubieran elegido a otra el disco no hubiera sido lo mismo. Eso sí, habrá que oír a Anette cantando clásicos como «Wishmaster» y «Wish I Had An Angel». Este nuevo disco se queda en un 6.8, que no es poco; aunque claro… ésta sólo es mi humilde opinión…