Mucha gente (entre los cuales me incluyo) se queja de que las películas españolas son simples. Bueno, en realidad no es que sean simples o complejas sino que las cosas que cuentan son chorradas. La mayoría de esas películas o son comedias con poca gracia o comedias románticas llenas de tópicos. Sin embargo, como en todo hay excepciones. Y no, una de ellas no es «El Laberinto Del Fauno» película que todo sea dicho de paso, me decepcionó. La excepción (al menos de este año) no es otra que la película que ahora nos ocupa: El Orfanato.

El problema, puede que venga también de la falta de medios. Todavía no creo que en ninguna película española hayan tenido un presupuesto de 250 millones de euros para los efectos especiales ni demás «trucos» para la producción de la película, y es una pena. Pero, no siempre el tener un gran presupuesto supone que la película vaya a ser buena. Si no, véase lo que ocurrió con Spiderman 3, por poner un ejemplo.

Y, a decir verdad, esta no es la primera «españolada» que me gusta. Otras como «Tuno Negro» (la cual, siguió siendo calificada de «mala» por muchos) fue, si no recuerdo mal, de las primeras películas españolas en gustarme, así como «El Corazón Del Guerrero», pero ninguna de esas dos tiene nada que hacer al lado de «El Orfanato».

Pongámonos en situación: Laura es una mujer que regresa con su familia al orfanato en el que creció de niña con la intención de abrir una residencia para niños discapacitados.

El nuevo entorno despierta la imaginación de su hijo, que comienza a dejarse llevar por juegos de fantasía cada vez más intensos. Estos van inquietando a Laura hasta el punto en que llega a pensar que hay algo en la casa que está amenazando a su familia. La escalada de extraños acontecimientos le llevará a buscar la ayuda de parapsicólogos.

Veamos… la peli es de miedo… sí pero no. Es una mezcla entre terror psicológico, suspense e incluso puede que algo de drama. Todo ello bien dirigido bajo la batuta de Juan Antonio Bayona y avalada por Guillermo Del Toro.

Pero no todo el éxito recae tan sólo en su director y en su «padrino», también recae sobre la magnífica actuación de Belén Rueda. Su personaje, Laura, puede recordar a algunos al personaje de Nicole Kidman en «Los Otros» pero en este caso, lejos de parecer un «clon» de aquel personaje o de caer en tópicos sobre personajes de este tipo, Belén hace suyo el personaje, sobre todo en los últimos inquietantes 20 minutos.

La película es buena. ¿Por qué mentir? Su ritmo, aunque lento, no se hace pesado ya que va introduciéndonos en los hechos a medida que avanza la película; cumple a la perfección la frase «cada cosa a su tiempo» y no deja a nadie indiferente.

En resumen, buena película (de las mejores que he visto este año a mi parecer ya que lo de Resident Evil… ya lo comentaré, ya…), buena historia, buen reparto… todo es bueno en esta película, no le encuentro ningún «pero» que sacarle; con deciros que ya me la he visto 2 veces… le pongo un 8 aunque, claro… esta sólo es mi humilde opinión.